jueves, 24 de julio de 2025

LA MENTIRA ES LA ESENCIA DE LA POLÍTICA

El titular de este artículo reza: "La mentira es la esencia del socialismo". No soy periodista, ni escritor, como el autor del artículo, ni me voy a sacar ningún currículo de la manga, como al parecer está de moda en el mundo de la política, no lo necesito, tampoco necesito ninguna licenciatura para saber que el país está hecho una mierda y que la democracia es una farsa. Hasta la fecha no conozco un solo partido que merezca mantenerse al margen del mío: "La mentira es la esencia de la política", con el permiso del autor.


La esencia más putrefacta del totalitarismo y del socialismo es la mentira, que también es la peor de las corrupciones.

Para saber si una sociedad está infectada por la mentira hay que mirar al líder. Si la mentira está instalada en el poder y desde el gobierno se miente y se engaña a los ciudadanos, podemos afirmar que estamos frente a una sociedad en grave peligro de muerte.

Si el jefe miente y los demás callan, todo está perdido. Si el jefe dice que "dos y dos son cinco" y su corte de papanatas repite esa barbaridad hasta el cansancio, sin otra intención que engañar, estamos bañados en corrupción, injusticia y violencia y es probable que no exista ya cura para ese mal.

George Orwell, que fue uno de los intelectuales más lúcidos del siglo XX, identificó la mentira como una de las más espantosas manifestaciones de la violencia, más peligrosa que las bombas.

Las sociedades enfermas de totalitarismo están dominadas por legiones de esclavos de alma corrompida, que obedecen ciegamente al líder que los colma de dinero y privilegios. No es fácil que esos malditos "zombis" entiendan que la mentira es un arma de destrucción masiva más letal que los bombardeos.

Sánchez en América, reunido con otros mentirosos de su tribu socialista


Pocos países sirven mejor que España para analizar la esclavitud de los mamporreros del poder, entre los que abundan políticos, jueces, militares, policías y periodistas. Estos últimos son las piezas más sucias y deleznables del sistema porque propagan activamente mentiras, engaños y estafas para esclavizar y convertir a los pueblos en inmensas piaras de imbéciles.

Tenía razón Orwell cuando afirmaba que prestar la pluma o la voz para justificar lo injustificable y dar potencia a los criminales “es peor que las bombas”.

Ver, oír o leer lo que hablan y escriben los periodistas esclavos del sanchismo, esa infecta legión de mamporreros indignos, te lleva a la desesperación y a veces hasta a odiar al género humano.

Esa gente no ve la corrupción que le rodea, convertida el el alma de un partido político y de un gobierno, ni el asesinato de la democracia, ni la lluvia de mentiras y de excrementos que emana de los ministerios y palacios del poder español.

Se limitan a mentir y engañar porque cobran o porque esperan ser recompensados por sus amos políticos.

El objetivo siempre es el mismo: convertir a la ciudadanía en un rebaño atolondrado y fácilmente manipulable.

Los mentirosos profesionales del régimen, al servicio del gran mentiroso jefe, constituyen una siniestra legión de miserables que son la vergüenza y la escoria del sistema y de la humanidad.

La mentira que propagan en el presente es que la corrupción del PP es peor que la del PSOE y citan el caso del nauseabundo ex ministro Montoro, pero callan que Montoro es el pasado y que los Ábalos, Santos Cerdán, Koldo, Begoña y otras piltrafas son el presente, elegidos por el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, un tipejo embadurnado de suciedad que se niega a dimitir y convocar elecciones.

Francisco Rubiales

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