jueves, 25 de agosto de 2022

UN MOTOR QUE PODRÍA REVOLUCIONAR LOS COCHES ELÉCTRICOS

 


7:00 - 21/08/2022

Los efectos del cambio climático se están dejando sentir en todo el planeta -desde las olas de calor continuas que abrasan Europa y EEUU, hasta inundaciones en China y Nueva Zelanda- y más que nunca ponen de manifiesto la necesidad de comprometerse con la transición energética. Por ejemplo, abandonando definitivamente los coches de combustión para apostar por los de motor eléctrico. Sin embargo, esto no es tan fácil, dado que su fabricación requiere el uso de tierras raras, una materia prima cara en términos económicos y medioambientales. A este problema podría haber dado solución Robert Sansone, un joven ingeniero de tan solo 17 años.

Partiendo del diseño de un motor de síncrono de reluctancia -utilizado en bombas y ventiladores- Sansone ha conseguido crear en un año un prototipo con mayor fuerza de rotación y eficiencia que los existentes. El joven estudiante eligió basarse en este tipo de motores porque, a diferencia de los eléctricos con imanes permanentes, se mueven gracias a un rotor de acero con huecos de aire que genera potencia cuando gira con el campo magnético.

El prototipo de Sansone es un modelo a escala fabricado con plástico impreso en 3D, hilos de cobre y un rotor de acero, y cuenta con otro campo magnético, en lugar de cámaras de aire. De esta manera, ha aumentado la potencia (un 39%) y la eficiencia (31%) del motor a 300 revoluciones por minuto (RPM). A 750 RPM, el rendimiento sube al 37%. Según publica la revista Smithsonian, el diseño tiene otros componentes que hacen posible dicho incremento, pero el joven ingeniero no puede revelar más detalles porque planea patentarlo.

Aunque los resultados de este prototipo son prometedores, también hay que destacar los obstáculos a los que se enfrenta. Por el momento, no puede puede subir de las revoluciones anteriormente mencionadas por las piezas de plástico se sobrecalientan hasta derretirse. Por otro lado, es cierto que los materiales para los motores de reluctancia síncrona son baratos, pero las máquinas en sí son difíciles de fabricar, lo que eleva su coste. En ese sentido, Sansone cree que las nuevas tecnologías, como la fabricación aditiva, harán que sea más fácil construirlo en el futuro.

Tras ganar el primer premio -y 75.000 dólares- en la Feria Internacional de Ciencia e Ingeniería Regeneron de este año, el joven ingeniero se ha propuesto ahora fabricar una nueva versión de su motor con materiales más resistentes. De funcionar, seguirá adelante con el proceso de patente.

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