JUDITH J.K.
Notas que te duele la cabeza; llevas un rato que tienes dificultades hasta para tragar saliva porque el dolor al roce con tu garganta es insoportable; te levantas de la cama más cansado de lo normal y dices eso de “estoy pillando algo”. Tienes la menstruación, o quizá te has levantado con una resaca mortal. ¿Qué es lo que haces primero? Seguro que primero, pensar en lo bien que estarías en la cama; y segundo, coger una pastilla de tu botiquín para mitigar el dolor, que demuestra una cruda realidad: nos encanta automedicarnos.
Los medicamentos llevan gozando de una gran popularidad en las últimas décadas, y en todas las casas hay una caja de pastillas con compuestos como el ibuprofeno, el paracetamol, el ácido acetilsalicílico o derivados. De ellos, se podría considerar al ibuprofeno como el favorito, gracias a sus propiedades: es capaz de aliviar el dolor, bajar la fiebre y actuar de antiinflamatorio. Eso sí, ¿alguna vez se te ha ocurrido leer las contraindicaciones que vienen detalladas en su prospecto?
En España, se venden más de 45 millones de cajas de ibuprofeno al año, de todas las dosis a la venta. Echamos mano de los medicamentos que tenemos por casa como si de caramelos se tratara, y el problema está precisamente en eso: en que son demasiado fáciles de adquirir. En la farmacia se pueden comprar cajas de ibuprofeno 600mg como si nada, y lo que la mayoría ignora es que se necesita receta médica para comprar esas dosis. Ahora bien, según la Organización de Consumidores y Usuarios, raras veces se pide. Sin embargo, es importante, ya que los expertos médicos aseguran que esa dosis excede en demasía las cantidades recomendadas (en ningún caso deberíamos exceder los 1200mg diarios) y estaríamos perjudicando seriamente nuestra salud cuando esperamos el efecto contrario. Te contamos algunos de los riesgos que corres al auto-medicarte.
1. Se producen problemas en personas que toman ibuprofeno simultáneamente con anticoagulantes orales. Aquellos pacientes que toman Sintrom, deberían mantenerse alejados del ibuprofeno para evitar males mayores. Según un estudio publicado en el European Heart Journal, el consumo de ibuprofeno aumenta el riesgo de padecer un paro cardíaco. Si los pacientes sufren problemas cardiovasculares previos, no deberían tomarlo; y de hacerlo por recomendación médica, nunca se debe sobrepasar la dosis recomendada por el especialista.
2. También causa problemas mezclado con otro tipo de medicación. Aquellos que toman medicamentos con compuestos como el meloxican, naproxeno, diclofenaco o ketorolac tendrían mayor riesgo de sufrir un ictus isquémico. Ah, y eso incluye los medicamentos naturales. Un ejemplo, el ginkgo biloba, utilizado para proteger nuestro cerebro o nuestro sistema circulatorio.
3. Causa problemas a personas con trastornos estomacales. La acidez natural del estómago y el ibuprofeno no se llevan nada bien, y un consumo habitual no solo provocará problemas. Su uso es especialmente desaconsejado para aquellos pacientes que hayan tenido una úlcera con anterioridad en estómago o intestino, o si se ha sufrido alguna perforación.
4. Tomar ibuprofeno podría provocar que los testículos se contraigan. En los hombres, tomar ibuprofeno podría hacer que se disminuyese la producción de testosterona de tal manera que causaría que los testículos se contraigan, además de causar impotencia sexual.
5. Embarazadas. Parece inofensivo, pero el prospecto es claro: no se recomienda el consumo de este medicamento durante el embarazo (salvo que sea estrictamente necesario y bajo supervisión médica, nunca en el tercer trimestre).
Puede que el consumo de ibuprofeno no se vea afectado de momento, pero cada vez hay más usuarios que están sufriendo las consecuencias de automedicarse sin control. Hace unos días, salía a la luz la cantidad de casos de enfermos afectados por el consumo de Nolotil (compuesto principalmente de metamizol) por causar graves reacciones alérgicas. La situación ha sido tal, que una asociación de víctimas ha presentado una demanda colectiva por daños estimados en unos 500 millones de euros a más de 200 personas que se han visto afectadas por el medicamento.
Hacemos oídos sordos a las recomendaciones médicas, pero los expertos ya han dado la voz de alarma ante el consumo desmesurado de estos fármacos, ya que los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) no son inofensivos, y solo deberíamos tomarlos en dosis muy bajas y bajo receta y supervisión médica.
Fuente(s): European Heart Journal / El Correo.
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