Muchas normas, muchas leyes, muchas prohibiciones y mucha historia con el medio ambiente, pero para ciertas cosas parece que estamos en un país tercermundista. Recuerdo una época hace unos años donde se pusieron de moda los ciclomotores a escape libre, circulando a todas horas y por cualquier calle rompiéndole los tímpanos al personal y pasándose los niveles de contaminación acústica por el forro, era como una plaga, hasta el punto que se hizo una recogida de firmas solicitando que la autoridad competente tomara medidas, se consiguió una buena campaña de control, incluso creo recordar que desde la DGT se propuso imponer sanciones a los talleres que se ofrecieran a manipular y/o vender estos productos, fue tan efectiva que se consiguió erradicar esa molesta moda.
Pues bien, parece ser que hemos vuelto a las andadas y en esta ocasión no nos hemos quedado cortos, nos hemos superado con creces, ya no solo con ciclomotores, sino que ahora con turismos y motos de gran cilindrada, turismos no son muchos, hay algunos asiduos que pasan a diario a ciertas horas, y se les reconoce porque destrozarían el sonómetro más potente, es como si un reactor hiciera un vuelo rasante, de haber radares de sonido y velocidad nos forraríamos, porque para conseguir ese nivel sonoro es evidente que hay que pisar a fondo. Ah, y a todo ello hay que añadir las de toda la vida, las Harley, que si a un tractor le quitas el escape no hace tanto ruido, pero esas ya sabemos que están homologadas, ya nos hemos acostumbrado, aunque eso no evita que cuando circulan en grupo te acuerdes de algún que otro pariente.
Pero aquí no acaba la cosa, faltan los vehículos de emergencia. Que no se puedan evitar las sirenas de bomberos y ambulancias (que es a diario) tiene un pase, pero los vehículos de la local y los mossos a ciertas horas y con la carretera vacía, ya son ganas de meter la sirenita cuando con los rotativos sería más que suficiente. Y el summum del espectáculo; tanto esas motos como esos turismos, espera a verlos, mejor dicho, oírlos arrancar desde cualquier semáforo de los que tenemos en la C-31 a su paso por Segur y ríete tú de una salida de competición en Montmeló, y es que a pesar de que se diga que en Calafell "S´hi viu bé", será dependiendo de que zona, sino que se lo pregunten a los vecinos de la C-31, y si hablamos de entre la vía y la carretera, ¿para qué quieres más?
Pues nada, habrá que esperar que a quien corresponda le llegue alguna que otra queja al respecto y se pueda repetir esa campaña de control, porque me consta que todos los municipios disponen de un estudio de contaminación acústica por zonas y niveles, por lo que tan solo sería cuestión de tomárselo un poco en serio. Como me gustaría que hubiese el mismo control en eso que el de velocidad por autopista, que a la que te descuides y te pillen a 140, a pesar de que no suponga riesgo ni molestia para nadie, la receta con la fotito nunca falla.
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