El miedo a perder escaños, -que los perderán-, a algunos les hace seguir dando palos de ciego y escudarse en la ultraderecha y el racismo para intentar desacreditar a la única candidata fiable como la próxima presidenta de la Generalitat, lógicamente se están dando cuenta de que sus esfuerzos son en vano, porque la realidad a pie de calle, es que los apoyos están siendo mayoritarios. Solo puede defender al actual presidente (por llamarlo de alguna forma) aquel que forma parte del partido o del sistema, no hay más que comparar las intervenciones de uno y de otra para observar la abismal diferencia en todos los aspectos. Afortunadamente los catalanes están despertando, y ya no se tragan esa basura de discursos vacíos de los de siempre, estos últimos años han podido comprobar que los partidos tradicionales no han sido más que propaganda barata para mantenerse en la poltrona sin importarles una mierda la ciudadanía, solo su bolsillo.
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