El ex presidente francés Nicolas Sarkozy entrará en prisión el próximo 21 de octubre por "asociación ilícita" en el caso de la conexión libia y lo hará en el centro penitenciario de la Santé en París, tal y como ha comunicado la fiscalía financiera. Todo ello se producirá después de que el Tribunal parisino le condenara el pasado 25 de septiembre por los fondos que recibió durante la campaña electoral de 2007 del régimen de Muamar Gadafi.
Pese a que los abogados del ex presidente francés recurrieron la sentencia de la justicia de París, los jueces consideraron que la pena se debía ejecutar de manera provisional por "la gravedad expecional de los delitos" que se le imputan. Precisamente fue esta decisión la que llevó a Sarkozy a denunciar lo que considera un golpe al Estado de derecho y amparado por la postura defendida por otros líderes como Marine Le Pen, quien argumentó que se está privando de derechos jurídicos a los condenados.
Todo ello ha llevado a que la presidenta del Tribunal que leyó el fallo el 25 de septiembre haya recibido amenazas en redes sociales, lo que ha abierto dos investigaciones paralelas y ha motivado la crítica de sindicatos judiciales que lamentan que se cuestione la imparcialidad de los jueces. "Los ataques y amenazas de muerte contra los magistrados son inadmisibles", sostiene.
Con todo ello, y después de que le comunicaran la pena de cinco años de prisión, Sarkozy publicó un vídeo en redes con el que aseguraba que no se iba a rendir: "No les voy a ocultar lo difícil que ha sido esto para mi familia y para mí (…) Quiero que sepan que no me voy a rendir, y que lucharé porque la verdad y la inocencia deben triunfar”. Asimismo, el ex presidente francés se dirigió a las personas más cercanas de su círculo. "El fin de esta historia no está aún escrito. No quiero vuestra compasión, no me gusta quejarme. Lo que me importa es vuestra indignación. En unos días, cuando se consume el escándalo, necesitaré vuestra indignación", señaló.
Condenado a cinco años de prisión
A los años en prisión que se han decretado, se suman otros tantos de inhabilitación. Todo ellos después de que el tribunal parisino haya realizado una investigación de los fondos que recibió durante la campaña electoral de 2007 del régimen de Muamar Gadafi. De esta manera, aunque el antiguo mandatario francés ha salido absuelto de los cargos de corrupción pasiva y de encubrimiento de malversación de fondos públicos, se le ha terminado por condenar en esta causa por un delito de asociación de malhechores.
La investigación realizada se puso en marcha en relación a unos hechos que se remontan a un acuerdo suscrito en el año 2005 y por el cual la campaña electoral de Sarkozy para los comicios franceses se benefició de la entrega de 50 millones de euros, que llegaban procedentes de Libia. Si se atiende a la totalidad de los cargos que se le imputaban, la Fiscalía solicita para el expresidente siete años de cárcel, cinco de inhabilitación y 300.000 euros de multa. Todo ello por hallarlo como el cerebro de una trama que también ha llevado al banquillo a los exministros Éric Woerth, Brice Hortefeux y Claude Guéant.
En el caso de Woerth, el extesorero de la campaña electoral ha sido absuelto de los cargos que se le imputaban, aunque para Guéant, exdirector de esa misma campaña, sí se han confirmado varios delitos, entre ellos corrupción pasiva, falsificación y tráfico de influencias. Por su parte, Hortefeux ha sido condenado por asociación de malhechores, al igual que Sarkozy, según Franceinfo.
Cinco año de prisión y varios de inhabilitación que podrían no quedar solo ahí, ya que este no es el único frente judicial abierto contra Sarkozy, sobre quien ya pesa una condena en firme por corrupción y tráfico de influencias que le obliga a llevar una pulsera electrónica para evitar entrar en la cárcel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario