En este país nos estamos volviendo "gilipolles" a "marches forzades", porque una cosa es la homosexualidad como opción sexual individual en la intimidad, que en su casa cada cual puede hacer lo que le venga en gana, y otra es la deriva que está tomando esta sociedad con tanta gilipollez. A todos estos ejemplares quizá lo que habría que hacer sería darles trabajo, que estuvieran ocupados (u ocupades) durante diez o doce horas, a lo mejor al no tener tanto tiempo para pensar, dejarían de hacer tantas tonterías.
Otra cosa que resulta insoportable es ese vocabulario que se han sacado de la manga, una mezcla entre pena, risa, ridículo, y vergüenza ajena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario