Si es que los ciudadanos somos unos inútiles, cómo no se le había ocurrido a nadie antes una solución tan sencilla y lógica; PEDIRLE A LOS VIOLADORES QUE DEJEN DE VIOLAR, claro que sí, a grandes males, grandes remedios, otro claro ejemplo del derroche neuronal de nuestros insignes políticos, políticas y polítiques. ¡BRAVO!, me siento orgulloso de pertenecer a un país con políticos de tan alto nivel.
Ángela Rodríguez, secretaria de Estado de Igualdad
Que poca vergüenza tiene esta secretaria de Estado, que se atreva a salir por el parque y si la asaltan para violarla, que le diga al violador, deja de violar y no me violes, pero como puede haber gente de estas características gobernando, gente con tan poco sentido común, esto ya roza algo que se llama inutilidad al servicio del ciudadano
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Pedro, a estas alturas creo que habrá muy poca gente que no se haya dado cuenta que estamos gobernados por inútiles y auténticos descerebrados, lo curioso es ver como seguimos sin salir a la calle, como si la cosa no fuese con nosotros.
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