Un gran circo donde tú pagas la entrada y a los payasos. Ya no se esconden de nada, mientras tienes que madrugar para ir al trabajo y poder llegar a fin de mes sin dificultad, ellos ni siquiera se molestan en acudir al suyo, ¿para qué, si somos un rebaño de borregos que se lo permitimos?
Mientras tu tienes que hacer filigranas para llenar el carro de la compra, ellos (los cuatro gatos que acuden), tiran de ostras pagando tú. Y es que no aprendemos, seguimos creyendo que estamos en una democracia, que los políticos trabajan para el ciudadano y que los impuestos se invierten en nuestro beneficio.
Ya sé que me vas a decir que este es otro que se va a corromper, y no te digo yo que no, tiene todas las papeletas, pero mientras, nos vamos enterando de como viven los eurodiputados, ¿entiendes ahora porque todo dios quiere entrar en política?, el lugar idóneo para parásitos y vagos donde poder hacer lo que te salga de los mismísimos sin tener que dar explicaciones y poder parar la mano a fin de mes.
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