lunes, 31 de julio de 2023

A MIS ANTIGUOS CAMARADAS



 Durante muchos años fui progresista, hasta que un día me pregunté: ¿Hacia dónde progresamos? y no supe qué responder. Como buen progresista, creía en el aborto, hasta que un día me pregunté: ¿En qué momento empieza un feto a ser humano? y no supe qué responder.

Cuando uno no sabe qué responder ¿Qué puede hacer sino actuar con prudencia, es decir, aplicar el principio de precaución? Si no sé en qué momento empieza un humano a ser humano ¿Cómo puedo fijar unos plazos para “interrumpirlo”? ¿Por qué hasta el día X se puede abortar y no el día siguiente?

El problema es que, actuar prudentemente es, al parecer, lo que convierte a un progresista en conservador. Ahora mis antiguos camaradas me llaman “facha”, también porque no quise ponerme una vacuna experimental. Desde aquí reto a cualquiera que se sienta progresista a que me dé una sola razón por la que debería haber arriesgado mi vida para evitar un resfriado (o una gripe). Hoy todo el mundo sabe que el experimento no funcionó, es decir, no inmunizó y además causó múltiples efectos “secundarios”, incluyendo la muerte ¿Puede ser la muerte un efecto secundario?

Pero mis antiguos camaradas dicen que soy un exagerado, que los dañados por la pócima son “un pequeño porcentaje”. ¿Y no podrían haber sido un gran porcentaje? ¿No podrían haber sido todos? ¿No admitieron los fabricantes desconocer los efectos a medio y largo plazo? ¿Imaginas si nos vacunamos todos y el experimento acaba con la muerte de todos? ¿El fin de la humanidad por evitar un resfriado (o una gripe)? ¿Eso es progresismo?

Yo fui progresista hasta que me di cuenta de que el progresismo es una fe, una creencia, ilógica, irracional, como cualquier otra creencia, y que lleva, por tanto, a comportamientos ilógicos, irracionales, como jugarse la vida a la ruleta rusa. ¿Fe en la ciencia? ¿No es eso un contrasentido? Tener fe en la ciencia es, al fin y al cabo, tener fe, y tener fe es no tener razón.

¿No fue la ciencia, la que nos puso, a los humanos, la etiqueta “sapiens”? ¿No se supone que un “homo sapiens” es un hombre (y una mujer) que analiza y razona? ¿Podemos tener por “sapiens” a aquellos que desprecian la razón? ¿Como pudieron tantos hombres y mujeres de ciencia recomendarnos que tuviéramos fe en unas vacunas no suficientemente analizadas? ¿Como pudieron tantos científicos despreciar la razón, la prudencia, el principio de precaución?

El hombre sabio, y la mujer sabia, se rigen, no por lo que creen saber, sino por lo que saben que no saben, y no es ningún sofisma: Saber, tener la certeza de que no se sabe cuando un humano empieza a ser humano es lo que me llevó a desestimar el aborto como una “solución a un problema”. ¿Cómo puede ser un problema la vida y la muerte la solución? De igual manera, saber que no se saben los efectos adversos de la vacuna es lo que me llevó a rechazarla. ¿Hice mal por ser precavido? ¿Debería haber tenido fe en una empresa farmacéutica con un largo historial de sanciones y condenas judiciales?

La diferencia entre un cientifista y un científico es que el primero tiene fe en la ciencia (Por haber visto películas y haber leído revistas) y el segundo hace experimentos y analiza los resultados, para aprender. Yo fui cientifista muchos años ¿Lo fui porque era progresista o fue al revés? No lo sé. En realidad ¿Hay alguna diferencia entre progresismo y cientifismo? ¿No revelan ambas palabras la misma idea de creer en el futuro? Dejé de serlo el día en que me pregunté ¿Para qué sirve creer? y no supe que responder.

No hay comentarios:

Publicar un comentario