Nos han insultado. Nos han intentado humillar. Nos han perseguido. Nos han deseado todo tipo de males. Nos han culpado de lo que le pudiera pasar a nuestras familias. Nos han cortado todo tipo de financiación y han calificado todas nuestras informaciones como falsas. Han querido encerrarnos y muchos han perdido incluso sus trabajos por mantener sus principios.
Y ahora, casi dos años después de que comenzara el envenenamiento de todo el mundo nos encontramos con noticias como estas:
Es decir, la verdad se va abriendo paso, como era de esperar, y la mentira, los criminales y sus cómplices están empezando a ser descubiertos por casi todo el mundo, incluso por aquellos que parecían completamente dormidos. De hecho, la intervención del parlamentario europeo Rob Roos ha sido difundida por todos aquellos medios criminales y vendidos, que han sido los principales cómplices de los ideólogos de este gran asesinato en masa.
¿Y ahora qué? ¿Qué pasa ahora con todos aquellos que han llevado a la gente a perder su salud e incluso su vida? ¿Qué les pasará a esos que, por dinero, vendieron su alma al diablo y han provocado toda esta destrucción?
Les vamos a contar lo que pasará. Algunos de ellos dirán aquello de “no se podía saber”, o “esto era impensable”. Otros, como quien no quiere la cosa, cambiarán de golpe su discurso y harán como si no hubieran dicho o hecho nada. Y la mayoría se intentarán poner a la cabeza de las masas para perseguir a los que marcarán, intentando que olvidemos que ellos también participaron en el crimen.
Pero nosotros ni olvidamos, ni perdonamos. Tenemos registradas en nuestras publicaciones una gran parte de amenazas, de falsedades, de mentiras criminales y también tenemos registrados a sus protagonistas. Ha llegado el momento de rendir cuentas, la cosa ha sido demasiado grave como para pasar página, sin más.
Sabemos quiénes sois y qué es lo que habéis hecho.
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