Somos muchos los que hemos sufrido las consecuencias de tanta manipulación y censura, yo he perdido el anterior dominio con una labor de once años compartiendo esa información que los medios convencionales callaban y, mira tú por dónde, ya empiezan a recular los muy cobardes y vendidos.
Decía Mark Twain que “es más fácil engañar a la gente, que convencerlos de que han sido engañados” y nos preguntamos si sucederá lo mismo cuando los engañados inoculados, se den cuenta de los movimientos que se están empezando a producir en los grandes medios de manipulación, grandes culpables de que tantos hayan caído en la trampa de inocularse.
Además, lo que están haciendo ahora es algo que ya advertíamos hace mucho tiempo. Ha llegado el momento en el que se han comenzado a comprobar las dramáticas consecuencias que muchos están sufriendo con las inoculaciones y los culpables están empezando a disimular, reculando y mintiendo, como hacen siempre.
Uno de ellos, ABC, que es tan culpable como son los demás, encima lo hace de la peor forma: queriendo hacer creer a sus lectores que es algo que han dicho desde un principio. ¿Se imagina que este medio hubiera publicado en pleno 2021 una noticia con un titular como este? “Alertan de nuevos efectos secundarios provocados por las vacunas del coronavirus“. ¿Cuántos incautos se habrían pensado dos veces lo de inocularse si un medio de gran tirada como ABC hubiera publicado algo como esto?
Pero claro, están en pleno proceso de mentira y de hacerse los locos, todavía siguen sin poder hablar claro y nos cuentan lo siguiente: “Durante las campañas de vacunación se alertó de los efectos que las vacunas contra la Covid podían tener, y ahora un estudio del Instituto de Posgrado de Medicina Clínica de la taiwanesa Universidad Médica de Kaohsiung indica que, quien haya sido inoculado con Pfizer, Astrazeneca o Moderna puede sufrir algunos efectos leves“.
No se confundan, lo que hoy es “leve” irá evolucionando con el paso del tiempo hacia “grave”, “muy grave” e incluso “letal”. La cuestión es no quedar marcados. La cuestión es confiar en la falta de memoria de la gente y tratar de evitar las consecuencias legales que deberían sufrir.
Pero nosotros vamos a hacer todo lo posible para que no se olvide lo que han hecho hasta ahora. Vamos a recordar siempre que medios como este, y otros muchos, llevaron a mucha gente a arruinar sus vidas e incluso perderlas. Recuerden que estamos a punto de ver, escuchar y leer aquello de “no se podía saber” porque la cosa ya es imparable y difícil de ocultar.
Se multiplican las muertes repentinas, los infartos y los ictus en personas jóvenes y aunque no lo parezca en un principio, en la calle ya se empieza a escuchar cierto ronroneo con este asunto, incluso en los más convencidos. Cuando ese susurro se convierta en clamor, estas ratas empezarán a hacer el “pío, pío que yo no he sido”, de una forma todavía más descarada de como lo están haciendo ahora.
¡Ni olvido, ni perdón!
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