Y pensar que todavía hay por ahí algún ingenuo que defiende todo esto, resulta increíble que no nos demos cuenta de algo tan evidente, y no, ni es racismo, ni es fascismo ni dada por el estilo, sencillamente un poco de sentido común y admitir la realidad, es una puñetera invasión, lo mires por donde lo mires, y no, no hay integración ni la habrá, más bien todo lo contrario, de seguir así, serás tú el que te tengas que ir de tu casa, a ver si abrimos ya los ojos, que una cosa es el objetivo de esas élites diabólicas, y otra que nos lo traguemos sin oponer resistencia. ¿Y te extaña que la Orriols suba como la espuma?
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