martes, 23 de septiembre de 2025

EL AMBIENTE SE CALIENTA Y NO REACCIONAMOS

El Estado Islámico acaba de pedir a sus miembros y seguidores que atenten en barrios cristianos y judíos de Europa: «Hay que atacar en todas partes».

El ambiente se calienta, el rechazo al islamismo crece y el riesgo de una masiva reacción de violencia y odio extremo a los musulmanes en Europa es real.

Los occidentales libres somos cada día más imbéciles. Estamos siendo invadidos por millones de musulmanes, muchos de los cuales llegan con ánimo de conquista y dispuestos a apoderarse de los estados que les acogen, y no reaccionamos.

Afirmaciones belicistas y de extremismo religioso lanzadas por imanes islamistas radicales, como aquel que dice que "la mejor forma de adorar a Alá es matando a los infieles" están provocando una reacción hostil de los patriotas europeos y de los nuevos partidos de extrema derecha, que hablan de defensa activa, de expulsiones e incluso de un belicismo que cada día se aproxima más al viejo espíritu de las Cruzadas medievales.

Afirman que ya va siendo hora de que consideremos a los musulmanes violentos y radicales como lo que son: enemigos de la civilización judeocristiana, de la paz y de la libertad y que respondamos con vigor y fortaleza a sus agresiones.

Muchos musulmanes son más conquistadores que inmigrantes, pero nosotros, imbéciles, lo ignoramos y estamos poniendo la otra mejilla en lugar de defendernos. Ellos son conscientes de que están en guerra con los infieles, pero nosotros ignoramos que nuestro mundo está en peligro mortal.

La conquista de Jerusalén por los musulmanes provocó, en el año 1099, una reacción bélica del mundo cristiano medieval a la que llamamos “Cruzadas”. Hoy, la invasión musulmana de Europa está a punto de desatar otra reacción contra los invasores radicales belicosos, parte de los cuales llegan para conquistar e imponer su religión y cultura, no para trabajar e integrarse.


El erudito islámico Uthman Farooq, hablando en Estados Unidos: “Una Europa musulmana va a ser realidad. También Estados Unidos será un país musulmán y el islam entrará en todos los hogares”.

Otros líderes religiosos hablan claramente de matar infieles, mientras que en el mundo islámico crecen el terrorismo asesino dispuesto a autoinmolarse, el odio a Occidente, a la religión cristiana y a la cultura de la democracia y la libertad.

Hay datos estremecedores, como que el 80% de ataques terroristas en Europa involucran a individuos de origen musulmán.

Las reacciones defensivas en Europa están creciendo de manera exponencial. Recientemente, en Londres, más de un millón de británicos se lanzaron a las calles para protestar por la arrogante y agresiva invasión, especialmente la musulmana.

Los partidos de extrema derecha europeos crecen gracias sobre todo a su rechazo a la inmigración, una bandera que los votantes europeos compran con gusto y que tiene ya un peso decisivo en las elecciones.

Es tan fuerte en sentimiento anti musulmán que millones de europeos defienden a Israel en su lucha contr Hamás y el exterminio de los gazatíes, a pesar de los excesos judíos. El apoyo a Israel está creciendo casi tanto como la condena mundial por la destrucción de Gaza.

Muchos observadores destacan que Israel es el único país del planeta que es consciente de que contra el Islam violento hay que luchar a vida o muerte.

Hay argumentos racionales y sólidos para acciones decisivas contra el islamismo radical (entendido como ideologías violentas como el salafismo yihadista o grupos como Hamás, ISIS y Al-Qaeda), pero no en el formato de "cruzadas" medievales, que fueron un fracaso.

El islamismo radical ha causado miles de muertes. Según el Global Terrorism Index 2024 (del Institute for Economics & Peace), el 95% de las muertes por terrorismo en 2023 ocurrieron en conflictos relacionados con grupos islámicos radicales (e.g., ISIS en Siria/Irak, Boko Haram en África). En Europa, ataques como el de París (2015, 130 muertos) o Manchester (2017, 22 muertos) muestran riesgos directos.

Conflictos en Siria, Afganistán y Yemen, impulsados por radicales, han generado oleadas migratorias. La ONU estima 6.8 millones de refugiados sirios desde 2011, muchos huyendo de ISIS.

Algunos textos radicales (e.g., interpretaciones extremas del Corán o fatwas de líderes como Bin Laden) promueven la yihad global, vista como "espíritu de conquista". Encuestas como la de Pew Research (2017) muestran que en países como Pakistán o Jordania, un 10-20% de musulmanes apoyan aspectos del extremismo.

Las modernas cruzadas tomarían la forma de un rechazo masivo a la inmigración musulmana y la expulsión masiva de Europa de los radicales, de los delincuentes, de los líderes religiosos agresivos y de los que se nieguen a integrarse.

Cientos de millones de occidentales estarían dispuestos a enrolarse en esas nuevas "cruzadas".

Francisco Rubiales

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