Dos noticias que juntas se entienden mucho mejor. Zelensky advierte sobre una guerra de desgaste que, según él, Rusia ha preparado con drones iraníes. Mientras tanto la OTAN advierte de que Occidente tiene que prepararse para suministrar ayuda a Ucrania a largo plazo.
Os lo traduzco. Los que están en guerra contra Rusia no son los ucranianos, somos los contribuyentes europeos. Efectivamente a día de hoy la guerra de Ucrania está planteada por Rusia como una guerra de desgaste. No solo con drones eso sí: con drones, artillería y todo tipo de tropas.
Los que hemos estado sobre el terreno (he pasado 5 meses en Donbás) sabemos muy bien que cualquier conflicto local reciente en comparación con la guerra de Ucrania es un juego de niños. Lejos de centrarse en un par de enfrentamientos locales esta es una guerra a gran escala.
Ucrania ya ha perdido mínimo unos 150.000 soldados (Úrsula von der Leyen reconoció 100.000 muertos). Rusia no puede permitirse perder ni tampoco dedicará a Ucrania ni el 10% de su potencial militar, reservándolo por si la OTAN abre otros frentes.
De modo que habrá guerra en Ucrania básicamente hasta que aguante el bolsillo del contribuyente europeo. No hay más. Ucrania ya ha perdido, pero la OTAN no puede permitirse reconocer el fracaso, así que el país entero se mantiene a base de respiración asistida en forma de la ayuda europea a todos los niveles.
Es una guerra de desgaste, sí. Y durará hasta que se agote nuestro dinero o nuestra paciencia. ¿Hasta dónde estamos dispuestos a pagar, amigos europeos?
Liu Sivaya
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