Publicado por F. López Mirones:
Recuerden lo que escribí aquí y en mis libros hace tiempo y que no he oído a nadie más.
Quieren que los pocos vehículos que queden, acaben por ser cápsulas eléctricas de control de sus propios dueños.
Con programas a bordo que determinen y juzguen desde el estado físico (temperatura, respiración, movimientos…), hasta la “huella de carbono”, pasando por su estado vacunal, su cuenta corriente, sus multas y toda su información personal.
De tal suerte que entrar en su vehículo sea peor que pasar un control de aeropuerto, y todos esos datos, incluida una caja negra, estarán en contacto automático y permanente con las autoridades policiales.
Lo eléctrico es monitorizable a distancia.
La excusa será, como siempre, la seguridad. El resultado, una pérdida total de confidencialidad y privacidad, además del control férreo de la población.
Sigan comprando tamagochis eléctricos llenos de sensores y malvendan sus magníficos 4x4 de combustión, sinónimo de libertades. Seremos juzgados por nuestros propios coches.
Un aullido.
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