Afortunadamente empezamos a contar con gente como Gaitán que no tiene ningún inconveniente en hacer público el mal comportamiento, la incompetencia, incluso la estafa de algunas empresas, en este caso relacionadas con el mundo del motor. Casos como el de este cliente se convierten en auténticas pesadillas que suelen pasar desapercibidas para el gran público mientras la empresa sigue haciendo de las suyas y, en la medida de lo posible entre todos debemos intentar que se vayan concienciando de que internet es una arma de doble filo, genial para la publicidad, pero cuando el trato con el cliente no es el adecuado se puede convertir en una pesadilla en este caso para la propia empresa.
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