¿La energía fotovoltaica es completamente limpia? No. El propio IPCC, el panel de expertos de la ONU para el estudio y monitorización del cambio climático mantiene que la energía solar fotovoltaica contamina unos 48 gramos de CO2 por Kw/h. Sin embargo, un estudio elaborado por un científico independiente, el italiano Enrique Mariutti, estima que la contaminación real de estos paneles multiplica por cinco la reconocida por el organismo híper subvencionado de la ONU.
Según el estudio de Mariutti, la energía solar fotovoltaica emite entre 170 y 250 gramos de CO2 por cada Kw/h. Es decir, mucho más contaminante que la que se obtiene mediante el gas natural con captura de carbono, cuya contaminación se estima en 50 gramos de CO2/Kwh.
En su estudio, este investigador calcula la intensidad del carbono empleado en la energía solar fotovoltaica multiplicando la cantidad de energía producida por el combustible quemado por la cantidad de emisiones producidas. Eso es fácil con los combustibles fósiles.
Mientras funciona, la energía fotovoltaica no produce emisiones de carbono, sin embargo, ésta es extraordinariamente alta en el proceso de extracción, manufactura y montaje, venta y envío de las propias placas.
En su estudio "El sucio secreto de la industria fotovoltaica", Mariutti también se queja de que los datos que ofrece el IPCC se basan en informes no contrastados y aprovecha para denunciar la gran opacidad que rodea a estas cifras, entre otras cosas porque más del 80% de los paneles solares que se venden en el mundo se fabrican en China
No sólo eso. El 97% de las obleas solares del mundo también se fabrican en China. En definitiva, la industria china del carbón produce la mayoría de los paneles del mundo, por lo que los datos empleados por el IPCC no recogen la realidad. Según confiesa el panel de la ONU sus datos proceden de fabricantes europeos, cuyo volumen de negocio es pequeño. Y en China, la información es escasa, por no decir, inexistente.
El problema es que al hablar de carbón se piensa únicamente en su utilización para la generación de energía eléctrica y no es así. El carbón es necesario para muchos procesos industriales, entre otros, para la fabricación de paneles solares y aerogeneradores. De este modo Enrique Mariutti identificó la discrepancia entre los datos de Ecoinvent de hace dos años con la realidad.
Dados estos datos, el grupo de estudio ambiental con sede en California y fundado por el científico Michael Shellenberger recuerda que la Asociación de Industrias de Energía Solar estableció que ésta debería representar el 30% de la generación de energía en 2030. Para cumplir este objetivo, será necesario distribuir más de mil millones de paneles solares en los EEUU y la mayoría provendrá de China.
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