Los comerciantes del barrio de Sant Pere, Santa Caterina y la Ribera, en el distrito de Ciutat Vella de Barcelona, están desesperados. Notan que están dejados de la mano de Dios. Cada día alguno de ellos es víctima de un robo con fuerza en sus tiendas. Algunos de ellos, como Clàudia, una joven que regenta una tienda de ropa, la Pacific Avenue, en la calle de Álvarez de Castro, que cada día tiene miedo cuando llega a la tienda por si les habrán vuelto a robar.
Pero la versión que Clàudia da a nuestras preguntas se repite entre los otros comerciantes de la zona, junto al mercado de Santa Caterina. En cada calle se puede encontrar a alguien que, en las últimas semanas, ha sido víctima de este tipo de robos. Como Lidia, que trabaja en una peluquería de la misma calle, que asegura que el barrio cada vez da más miedo, sobre todo de noche, cuando los ladrones se sienten impunes para romper los escaparates y las rejas de las tiendas para entrar y hacerse con ordenadores y dinero en efectivo. Los ladrones no buscan mucho más, aseguran los comerciantes, que explican que muchas veces cuesta más dinero arreglar la puerta y digerir los hechos que el dinero que se pueden llevar o el valor del ordenador que utilizaban para atender pedidos.
Nadie avisa a los comerciantes de que les han robado
Algunos casos parecen más sangrantes, y han hecho que los comerciantes del barrio se empiecen a organizar para pedir respuesta al Ayuntamiento de Barcelona y a los Mossos d'Esquadra. Aseguran que muchas veces, quizás saturados por el trabajo, la policía no alerta a los propietarios del robo, hecho que hace que los ladrones, cuando se marcha la policía, vuelvan, aprovechando que la puerta ya está reventada, y se sigan llevando cosas toda la noche. O incluso, que se queden a dormir dentro. Este fin de semana, unos ladrones rompieron el cristal y entraron en la sede de la compañía de teatro 'El Gecko con Botas', en la calle Gombau. De madrugada entraron, se llevaron varias cosas, dinero en efectivo y dos maletas con el material de dos espectáculos que estaban haciendo desde la compañía; la mayoría de cosas, productos artesanales para la actuación y equipo de sonido. Pero Helena, responsable de la compañía, explica a ElCaso.com, que se enteraron del robo por el aviso de una vecina, que vio la puerta abierta. Cuando se acercaron para hacer una valoración de daños, desde el exterior, vieron a una persona durmiendo en el interior, a la cual pudieron echar.
En Barcelona los Mossos d'Esquadra tienen identificados, y los han detenido, cerca de 300 ladrones multirreincidentes. Personas, la mayoría hombres -solo 3 son mujeres-, que han hecho del robo su estilo de vida en la capital de Catalunya. Concretamente, la policía catalana, algunas veces en colaboración con la Guardia Urbana, han detenido a estas 283 personas un total de 2.270 veces por 5.602 delitos, sobre todo, hurtos y robos. Si bien las detenciones suben, el número absoluto de personas reincidentes que actúan en la ciudad, ha bajado. Son menos, pero más activos. O los Mossos los tienen más controlados gracias a la inteligencia policial y los pueden pillar más veces, aunque entren y salgan de los juzgados cuando son detenidos.
Según los datos que han dado a conocer hoy los Mossos d'Esquadra, para valorar el Pla Tremall contra los multirreincidentes, la mayoría de los ladrones que cometen sus delitos cada día en la ciudad de Barcelona son hombres, tienen entre 18 y 25 años y la mayoría son de nacionalidad extranjera. Según los mismos datos, algunos de los ladrones se han instalado en Barcelona y pasan las noches -o los días, si roban de noche- en casas ocupadas. No se trata de casas ocupas al uso.
La policía lo ha bautizado como ocupaciones delincuenciales, pisos que no son ocupados por familias sino por personas que han escogido el robo como su modus vivendi, viviendas que también se convierten en almacenes del material robado y puntos de distribución por receptadores, personas que compran el material robado. Los investigadores, en este trabajo de análisis de la delincuencia de la ciudad de Barcelona, también ha detectado que en transporte público se trasladan a la ciudad para delinquir y se vuelven a marchar.
El ladrón TOP1, detenido 25 veces
De estas decenas sw hombres que viven robando en Barcelona hay cinco que son los más activos y que han sido arrestados, durante el año 2022, 117 veces y entre todos acumulan 178 antecedentes policiales. El TOP1, del cual la policía catalana no ha querido facilitar su nacionalidad, ha sido detenido 25 veces por los Mossos y acumula 52 antecedentes, todos por delitos contra el patrimonio o lesiones -derivadas de los robos. Del vaciado de estos datos, también se ha podido saber que cada vez los ladrones han abandonado los delitos como hurtos y robos violentos a personas a la vía pública para hacer robos con fuerza, es decir, entrar a robar en establecimientos comerciales o casas.
Uno de los barrios que recientemente ha puesto el grito en el cielo es el del entorno del mercado de Santa Caterina, donde los comerciantes están hartos de robos. Casi cada noche asaltan alguna tienda para llevarse cuatro duros, estropeando la reja y los escaparates. La zona cero de los robos sigue siendo el centro de la ciudad, sobre todo el entorno del Raval, pero también se alarga por el frente marítimo y en los distritos de Sant Martí, Sants, Montjuïc y Nou Barris, y, sobre todo, la noche y por la noche.
¿Dónde viven los ladrones? En cuevas de delincuentes
La mayoría de ladrones que se han instalado en Barcelona lo hacen en viviendas ocupadas. Los Mossos han centrado su guerra contra los ladrones multirreincidentes también en estos pisos que son espacios donde se concentran personas con un perfil delictivo muy activo. En este caso, durante el año pasado se han desactivado, con requerimientos judiciales y actuaciones de seguridad ciudadana, un total de 35 cuevas de ladrones en el centro de Barcelona. La policía, al mismo tiempo, asegura que todavía hay muchas activas, que vigilan y donde tienen patrullas y se hacen dispositivos de control.
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