Este es un presidente como dios manda, no el farsante que tenemos en España. Prueba viviente de que si se quiere, se puede. Su premisa; proteger al ciudadano y castigar al delincuente, actualmente la envidia del mundo a pesar de que detractores no le van a faltar, como sucede siempre en estos casos, la envidia es mala compañera. Si nosotros pudiésemos contar con uno como él no tendríamos nada que envidiar a ningún país del mundo.
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