Ante la paulatina y generalizada masacre, pavoroso exceso de mortandad provocado por el tecno-raticida covidicio, transgénico y transgenizador, las aseguradoras, cual Poncio Pilatos, están desentendiéndose ya sin disimulo alguno de las muertes por timovacunación, ya que la “inoculación voluntaria de una vacuna experimental” cuenta como suicidio.
La muerte por “vacuna” es suicidio
ADAC Servicios de Asistencia España SL lo tiene razonable y suficientemente claro. Seis excepciones que el seguro de accidentes no cubre. Uno. Si sufres un accidente por alteración de la conciencia como consecuencia del consumo de drogas. Dos. Si tienes un accidente mientras conduces un vehículo a motor debido a una alteración de la conciencia como consecuencia del consumo de alcohol (con una tasa de alcohol en sangre igual o superior al 1,1 por mil). Tres. El daño a la salud causado por uno mismo. Cuatro. Accidentes durante la participación activa en competiciones o entrenamientos de deportes de motor. Cinco. Accidentes debidos a acontecimientos bélicos o de guerra civil. Y seis. DAÑOS POR “VACUNACIÓN” DEBIDO A LAS “VACUNACIONES” MASIVAS ORDENADAS (las comillas son mías, no de ADAC). Culpa autoinfligida, pues…
…Timovacunado, no hubo ni hay ninguna ley ni mandato que te obligase a vacunarte (otra cosa es que se puede “obligar” de múltiples maneras: bajo coacción/chantaje, por ejemplo, de no viajar o trabajar o no poder hacer vida “normal). Por lo cual, aplastante corolario, la muerte por “vacuna” deviene explícito suicidio, por lo que has de asumir hasta la hez las horrendas consecuencias de meterte en las venas semejante matarratas.
En fin.
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