Llegados a este punto de la farsemia loca y criminal en la que vivimos desde hace ya tres años, ahora los cómplices, los inductores de las inoculaciones, los brazos armados que han ideado toda esta locura están intentando justificar sus hazañas tomándonos, una vez más, a todos por retrasados mentales.
Esos cómplices, a los que se les llama “expertos” y nosotros llamamos “EXPERpenTOS”, están ideando excusas de lo más variopintas que justifiquen todo lo que se está viendo en los hospitales a causa de este crimen en forma de inyectable. ¿Y qué nos cuentan ahora? Agárrense. Tal y como publica, por ejemplo, ‘Vozpópuli‘: “La bronquiolitis ha puesto en alerta a distintos hospitales, que están viendo como los ingresos crecen día tras día. Los expertos señalan a las mascarillas como culpables: en su día nos protegieron, pero nos quitó inmunidad”.
O sea, nada que no imagináramos los que nos somos expertos pero pretendemos utilizar la lógica para tomar nuestras decisiones. Que las mascarillas no han servido nunca de nada y que no hacen ningún bien a quien la use con frecuencia, ya lo sabíamos. Que el veneno inyectable iba a provocar una auténtica hecatombe, también lo llevamos diciendo desde que apareció en nuestras vidas.
Y ahora los EXPERpenTOS, como cobardes criminales que son, no saben dónde meterse y se inventan lo que haga falta para no dar con sus huesos en la cárcel cuando los engañados se den cuenta de todo.
Si nos pusiéramos a analizar todas las contradicciones en las que ha caído esta gentuza, nos tiraríamos hasta el año 2025 y, aún así, no acabaríamos con todas. Pero nada, oigan, sigan fiándose de ellos. De los “Carballo” de turno.
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