martes, 11 de marzo de 2025

EL PUENTE DE LA DISCORDIA

Hace un mes en esta entrada expresaba mi opinión sobre el derribo del puente de Mas Mel, durante ese tiempo la cosa se ha ido caldeando y, parece que el asunto no se va a quedar en una simple pataleta vecinal, ya no es cuestión de que los afectados de ese barrio no estén de acuerdo con su derribo, el rechazo es generalizado.

Es por todos sabido que no voy a entrar a criticar a Ramón ni a a su equipo de gobierno, pero, como le dije a él mismo, en este caso no estoy de acuerdo, una cosa es el apoyo a su programa inicial, y otra que no pueda discrepar en casos puntuales, y este es uno de ellos.

Mi concepto de política es el de servir al pueblo, y si este en su mayoría, como es el caso, tenga o no la razón, decide que no se debe derribar ese puente, el gobierno municipal debería rectificar, todo el mundo puede equivocarse, y dicen que es de sabios rectificar, lo que no hay que olvidar es eso, que los políticos están a nuestro servicio, no a la inversa, y estoy convencido que sabrán rectificar y buscar alternativas manteniendo el puente y acabando con un conflicto que no beneficia a nadie.

Vecinos de Calafell llenaron el centro cívico Cine Iris en la asamblea convocada por la asociación vecinal Mas Mel para mostrar y explicar el rechazo a la propuesta del equipo de gobierno (PSC-Junts) para derribar un puente que pasa sobre la carretera C-31.

«El puente está en Mas Mel, pero es de todo Calafell» señalaron. Por servicio, seguridad y movilidad para todos los vecinos del municipio. En este sentido representantes de otras asociaciones vecinales mostraron su apoyo a las acciones que vayan a tomarse para evitar la demolición. También se ha constituido una plataforma ciudadana contra el derribo.

El gobierno argumenta el derribo para encajar una zona residencial de entre 150 y 200 pisos, además de un centro de congresos junto a la C-31 que pretende una promotora y que llevaría a elevar la altura de la carretera, porque las cotas y pendientes actuales del paso elevado no estarían dentro de normativa, además de motivos estéticos.

‘No hay proyecto’

Los contrarios a lo que es una propuesta, «ya que no hay ningún proyecto», rechazan todos los argumentos. Destacan la legalidad del puente y avisan al Ayuntamiento y a los impulsores de la iniciativa que van a presentarse recursos en todos los estamentos, además de movilizaciones.

La asociación vecinal de Mas Mel ya ha mantenido contactos con Carreteres de la Generalitat, «que dice que no tiene noticia de algún proyecto», pero además contactarán con grupos ecologistas por el pinar que deberá eliminarse o con el departamento de Arqueología ya que la zona está próxima al poblado íbero y consideran que podría haber restos históricos.

Además de con Urbanismo sobre la calificación de los terrenos. Aseguran que ahora la zona está calificada como suelo no consolidado por lo que no podría edificarse y «si se cambia esa catalogación se presentarán recursos para impedir la obra».

Batalla larga

«Va a ser una batalla larga, pero estamos preparados jurídicamente. La calle y los despachos serán compatibles. No lo vamos a poner fácil, deberán pasar por encima de nosotros».

Los vecinos exponen principalmente la seguridad que ofrece el puente para cruzar sobre la C-31 y señalan que la alternativa propuesta de un semáforo y un paso peatonal a pie de carretera, además de peligrosa supondría un colapso permanente en una vía por la que pasan miles de coches a diario. «El Ayuntamiento debe estar al lado del vecino y no de la promotora»

En la asamblea se expuso no estar en contra de las viviendas ni del posible centro de congresos y que están abiertos a entrar en conversaciones, «pero cualquier pacto pasa porque se mantenga el puente». En este sentido piden a todas las formaciones políticas e individualmente a los concejales de gobierno que digan su opinión respecto a la propuesta de derribo del puente.

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