Más vale que nos vayamos acostumbrando, porque la persecución hacia el coche privado toma una nueva dimensión en Europa: la ocupación a bordo. Además de las ya habituales nuevas normas anticontaminación, a las Zonas de Bajas Emisiones y a los nuevos impuestos que tratan de frenar y limitar el uso indiscriminado de vehículos en las ciudades, el viaje de una sola persona en coche figura ya en el punto de mira de todas las grandes administraciones de tráfico europeas, y la DGT también se suma a esta nueva corriente.
De hecho, el propio director general de Tráfico, Pere Navarro, ya ha avisado en los últimos meses del problema del coche privado y de su ocupación, y por partida doble, lanzando importantes mensajes tanto en el Global Mobility Call celebrado en Madrid, como en una jornada organizada por Pons Mobility. Y los avisos han ido poco a poco endureciéndose.
Pere Navarro asegura que "hay que meter a dos personas en cada vehículo"
Lo que comenzó, textualmente, con la idea de “abrir un poco el debate sobre este tema” ha concluido con mensajes como que “el futuro será compartido o no será” o que “hay que meter a dos personas en cada vehículo para que los usuarios que se desplacen en coche ocupen, al menos, dos plazas en cada vehículo. A estas alturas del siglo XXI, no debería ser imposible para lograr la mitad de vehículos, la mitad de consumo de combustible y la mitad de emisiones”, tal y como ha expresado en las últimas semanas el director de la DGT.
Pere Navarro justifica esta nueva política que pretende impulsar una mayor ocupación a bordo de los vehículos en que “las grandes ciudades están al límite de su capacidad en cuanto a tráfico, como se está comprobando ya directamente en las entradas y salidas de grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Málaga. Tras hacer una medición sobre el estado del tráfico, en el 85% de los vehículos solo viaja una persona. Con el límite de capacidad, hacer cálculos, cualquier día vamos a quedarnos parados”.
Por eso, para el director de la DGT “aumentar la ocupación de los vehículos es un reto y una necesidad” y no parece haber más alternativas. “A más carriles, más coches. Por tanto, esa no es la solución. Inversión en Cercanías, sí, pero eso es a medio plazo. Vamos a intentar aumentar la ocupación de los coches. No nos podemos permitir mover cada día 1.500 kg para desplazar a una sola persona”, ha asegurado Pere Navarro.
El ejemplo francés: más carriles solo para coches con más de 2 ocupantes y nuevos radares
El ejemplo que podría estar estudiando ya la DGT podemos encontrarlo ya en Francia. Y es que París, por ejemplo, es una de las grandes ciudades europeas que camina ya en esta misma dirección y parece ser la inspiración para el departamento de Pere Navarro. Y es que, por ejemplo, la capital de Francia acaba de anunciar que, en su nueva política también de aumentar la ocupación de los coches y beneficiar el vehículo compartido, reservará incluso un carril de toda su autopista de circunvalación a coches con más de un ocupante.
Circular así, por tanto, por uno de los carriles de todo el Bulevar periférico de París quedará ya así reservado solo para vehículos con al menos dos ocupantes y a partir del 1 de mayo se empezará a multar a los infractores, a los que ya se les empieza además a informar con mensajes en los paneles luminosos. Las restricciones se aplicarán de lunes a viernes en las horas punta (de 7.00 a 10.30 por la mañana y de 16.00 a 20.00 horas por la tarde) y se activará y desactivará mediante una señalización con carteles fijos que indicarán en todo momento quién puede utilizar o no ese carril de la izquierda, tal y como ha explicado el propio Ayuntamiento de París en un comunicado.
Pero no es estas la única iniciativa al respecto que se está tomando en Francia. La administración nacional de tráfico también ha comenzado a poner en funcionamiento nuevos radares térmicos que, en lugar de medir la velocidad de los coches, son capaces de detectar cuántos ocupantes viajan en un coche y sancionar si no se cumplen las normas permitidas por los carriles VAO.
Equipados con tecnología muy avanzada, y ya instalados en ciudades como París, Lyon o Rennes, estos radares están dotados de cámaras que analizan las imágenes de los habitáculos, incluso de los de coches con cristales tintados o que circulen a gran velocidad, con una tasa de error para descifrar su ocupación inferior al 1%. Dotados con sistemas de infrarrojos o con cámaras térmicas, en función del fabricante, son capaces de distinguir por tanto si a bordo viaja una persona o un maniquí… como hemos podido ver ya durante años que emplean algunos conductores para tratar de engañar a los controles policiales.
Las multas en París que recogen estos nuevos radares ascienden ya a 135 euros si se incumplen las normativas de ocupación de estos carriles y, beneficiadas por la nueva tecnología de Inteligencia Artificial, en breve seguro que comenzaremos a verla en pruebas en España.
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