Los españoles hemos sido timados desde que murió Franco hasta el presente. Hemos creído que teníamos una democracia, cuando sólo teníamos un sistema trucado y diseñado para que la dictadura de Franco fuera sustituida por una dictadura de partidos políticos., sin peso algunos de las leyes, de los ciudadanos y de la sociedad civil.
Los partidos políticos y no los ciudadanos son los "reyes" del sistema político español, que no es un democracia, sino una partitocracia pura, sin controles suficientes, sin equilibrio, sin contrapesos, sin separación de poderes, con todo preparado para que un dictador imponga sus caprichos y lo domine todo, como está haciendo Pedro Sánchez, cuyas fechorías y abusos nunca habrían sido posible en países democráticos, como Inglaterra, Francia, Alemania, Italia, Holanda y otros muchos.
El sistema político español no respeta los derechos de los ciudadanos e impide la democracia porque no permite la separación de poderes y otorga, de manera temeraria y mafiosa, el poder supremo a los partidos políticos y, concretamente, al líder, al que le permite ser un dictador impune.
Este caos, el desempleo, la baja productividad, la corrupción, el abuso de poder y la bajísima calidad de la democracia son consecuencias del nefasto régimen español de 1978
No hablemos más de la "democracia española", que no existe ni ha existido nunca. Esa democracia es un timo y una estafa que ha sido bien orquestada y vendida como un régimen de libertades ciudadanas, cuando lo único que garantizaba es la tiranía de los partidos políticos.
Lo que está ocurriendo en España, donde un dictador impone sus caprichos a la mayoría de los ciudadanos, que están en contra, sólo es posible porque la Constitución lo permite. Los poderes del Estado están en manos de unos partidos políticos que hacen lo que quieren con casi plena impunidad.
Tenemos la constitución mas partitocrática del mundo, que deja hacer a los partidos políticos todo tipo de tropelías y sin control alguno. También somos campeones en baja productividad, prostitución, drogas, dinero sucio, endeudamiento, despilfarro y muchos otros vicios, retrocedemos en renta per cápita, perdemos derechos y libertades y soportamos uno de los gobiernos más tiránicos y corruptos del mundo, que, para colmo de vergüenza, se autoproclama democrático.
Si en España existiera la democracia, no existirían muchos de los actuales partidos políticos, que en realidad son asociaciones para el delito y acaparar privilegios, y no tendrían cabida en ella tipos como Pedro Sánchez y otros muchos de nuestros dirigentes.
España está dominada por un sistema alucinante y sorprendente, que permite la dictadura de un partido político sin cambiar una coma a la Constitución.
Hay que admitirlo sin tapujos: El Régimen del 78 es nefasto.
Hechos tan graves como la colonización socialista del Tribunal Constitucional, la reducción de la jornada laboral, impuesta sin acuerdo desde el gobierno, los impuestos abusivos, el maltrato a las empresas, y el feroz intervencionismo en la vida económica, política y social de un gobierno de analfabetos y gente sin ética hacen que el sistema político español, además de injusto, indecente, inmoral y corrupto, sea incompatible con la democracia y con el sistema europeo de libertades y derechos.
Francisco Rubiales
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