Ver como un gobierno dedica tiempo y recursos en este colectivo antes que a la protección de las familias españolas sin recursos o en ayudar a los autónomos y pequeñas empresas, que son quienes contribuyen en el crecimiento del país, es cuando menos absurdo, ridículo y reprochable.
Una cosa es el respeto a quien se comporta de manera diferente, a quien se siente diferente o a quien realmente es diferente, pero, ese intento de adoctrinamiento que nos meten a diario con calzador dirigido principalmente a los más jóvenes, es una auténtica aberración, ciertas imágenes que se pueden ver en la vía pública son absurdas, desagradables y un insulto a la sociedad. A esto no se le puede llamar progresismo, se está confundiendo el progreso con el exceso, porque una cosa es la libertad individual, y otra el abuso que se hace de ella con el perjuicio a terceras personas.
Tener que escuchar a un político en un discurso como este es vergonzoso, me cabrea saber que mis impuestos sirven para mantener a sujetos como este soltando esta sarta de estupideces, y la otra diciendo que es arte, hay que joderse.
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