Ocurrió durante el desfile de carnaval, en la localidad alicantina de Torrevieja. La comparsa "Osadía" presentó una performance titulada "Prometer hasta meter", que incluyó a niños ataviados con prendas de lencería como medias, ligueros, pezoneras y tacones altos. Esta representación ha sido calificada por algunos como una "sexualización" de los niños, y por otros como un espectáculo de incitación a la pedofilia.
Considera que podrían haber incurrido en un delito de utilización de menores para espectáculos exhibicionistas recogido en el artículo 189 del Código Penal. Solicita además que Fiscalía valore si se han podido incurrir en otros delitos como el abuso de menores (art. 181 CP).
Abogados Cristianos solicita además que se retire el premio de 650 euros concedido a la comparsa en la que desfilaban las niñas, que recibió el galardón por quedar en cuarta posición en la modalidad de Disfraz.
Según La Razón, esta no es la primera vez que la comparsa "Osadía" genera controversia durante el carnaval. El año anterior, fueron objeto de críticas por vestir a las niñas como monjas, lo que generó desaprobación por parte del párroco de la localidad, Pedro Payá. En aquella ocasión, el párroco expresó su preocupación por lo que considera una falta de respeto hacia los sentimientos religiosos de la comunidad.
Volviendo al desfile de este año, representaciones como esta nos recuerdan las palabras de la ya exministra de Igualdad, Irene Montero, cuando afirmó que "Todos los niños, las niñas y los niñes de este país tienen derecho a tener relaciones sexuales con quien les dé la gana".
En Hispanidad hemos insistido en que vamos hacia la legalización de la pedofilia. Sin duda estamos viviendo una vez más uno de esos planos inclinados que convierten el rechazo de la conciencia en una aceptación social. Hablo de la pedofilia y su normalización, que terminará siendo una ley más que protegerá a aquellos que desean tener relaciones sexuales con menores o, como Agustín Laje ha denominado, relaciones intergeneracionales.
Recordemos que la pedofilia consiste en la excitación o el placer sexual que obtiene una persona adulta al llevar a cabo actividades o al tener fantasías sexuales con niños menores, generalmente de entre 6 y 11 años.
Un adolescente, no digamos un niño, no puede discernir si desea acostarse con un adulto. Y seguro que si lo hace se arrepiente, e incluso quede resultar traumatizado (no así por suspender matemáticas, como piensan los progres).
Repetimos, no lo olviden: cuando el Nuevo Orden Mundial ya no pueda utilizar a la pederastia contra su enemigo, la Iglesia de Cristo, lanzará su campaña para legalizar la pederastia... porque los niños, las niñas y les niñes, tienen derecho a acostarse con quien les de la gana.
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