El rostro de esta mujer alemana es el auténtico reflejo de la desesperación, el fracaso, la indefensión y la frustración, aquí valdría aquello de "Cuando veas las barbas de tu vecino cortar...", porque esto lejos de haberle puesto remedio ya se ha extendido por toda Europa como una epidemia y ya es tarde para evitarlo, al parecer a esas élites criminales solo les interesa crear el caos, vamos directos al abismo. Que los progres nos vayan llamando racistas, que también acabarán pagando un elevado precio.
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