lunes, 11 de diciembre de 2023

EL "PLACER" DE GESTIONAR CON LA ADMINISTRACIÓN

En Catalunya tenemos que mantener a más de once mil políticos y por si fuera poco, ahora tienen la desfachatez de enchufar a veinte más como embajadores, no te rías, pero es que algunos no sirven ni para tacos de escopeta, pero no te preocupes que sus sueldazos también los vas a pagar tú, total para que tengas un servicio de mierda, te lo cuento porque hoy para una simple gestión, llevo todo el día, así ha sido:

Me llega una retención en el banco de exactamente 85,79 € donde solamente pone "embargos" y "finaliza el 30/12", que no digo que no sea real, lo que sucede es que no tengo ni idea de qué se puede tratar porque no he recibido ningún tipo de notificación (o no lo recuerdo), y no es que sea una cantidad preocupante, pero necesito conocer el motivo, el caso es que, como los bancos también son unos impresentables, llamo por si me pueden ampliar información y me dicen que tengo que hacerlo presencialmente, primera putada. Voy al banco al día siguiente y me quedo como estaba, me dicen que la única información que pueden facilitarme es que el embargo procede de la "Agencia Tributaria de Catalunya", que si quiero saber más, tengo que llamar a la Generalitat.

En la Generalitat son tan listos, buitres, usureros, llámalo como quieras, porque la llamada no es gratuita y jode tener que pagar por un servicio que debería ser gratuito, que empiezo a buscar números alternativos gratuitos y encuentro tres, en ninguno de ellos responde una persona, todo son maquinitas dirigiéndote a la web de "Gencat" o al 012. Segunda putada.

Me voy a la web, entro con el certificado digital y empiezo a buscar, el que la conozca sabrá que es un auténtico galimatías, me voy metiendo por todos lados donde tenga que ver todo lo relacionado con embargos, deudas, etc., media mañana y no consigo más que un lugar donde me pide un código que va incluido en la notificación, si no dispongo de dicha notificación, difícil será que obtenga el código, acabo por desistir de esa opción. Tercera putada.

En vista del éxito no me queda otra que llamar al maldito 012, como me figuraba, la lista de espera no la supera ni la S.S., dieciséis personas delante (según la locución), pongo el móvil en manos libres y 23 minutos tragando los mensajitos, ni siquiera tienen música, cuando me toca se pone una operadora que me atiende muy amablemente, (menos mal), le expongo el caso y me dice que para consultar el expediente se precisa de un código "DIL, seguido de una numeración", que me tiene que facilitar el banco. Cuarta putada.

Llamo al banco y, no es la primera vez, imposible que alguien responda al teléfono, ese es el trato que suelen tener con sus clientes, qué te voy a contar que no sepas, en fin, entro en la web del banco y localizo un número externo (Mataró concretamente), viene a ser como un número de atención al cliente, me atiende rápidamente un operador y amablemente me facilita ese maldito código.

Como lo que quiero es acabar cuanto antes, en lugar de volver a perder el tiempo en la web, vuelvo a llamar al 012 y, armado de paciencia, esta vez solo 15 minutos, me atiende un operador, también muy correctamente, le facilito el código y, ¡sorpresa!, ya sé de donde viene el embargo. Quinta putada.

Resulta que corresponde a ese impuesto inventado en Catalunya sobre la emisión de CO2 de los vehículos, (creo que somos los únicos afectados por ese impuesto en toda Europa) en concreto de uno que vendí en 2022 y según figura en la base de datos es el impuesto que correspondía al 2020, porque en 2021 lo tenía pagado, ahora averigua si la notificación la enviaron, en definitiva, sea por culpa de uno o culpa ajena, siempre a pringar, cualquiera busca culpables a estas alturas, ¡Ah!, los casi dos euros de la llamada no los perdonan, que no es por la cantidad coño, que se trata de un servicio público, que nos siguen tomando por gilipollas.

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