Lo que hoy se "celebra" no es una constitución como tal, hoy celebramos una gran farsa, ya lo dejó claro en su momento el insigne García Trevijano. Pero en este país el caso es celebrar cualquier chorrada en lugar de salir a quemar las calles y echar a toda la corruptela que nos está arrojando al precipicio.
Una constitución que permite a cualquiera ser ministro, incluso presidente, tan solo con ser el trepa de una fábrica de parásitos como son los partidos.
Una constitución que permite a esos inútiles aplicar leyes que protegen a delincuentes mientras dejan al ciudadano indefenso.
Una constitución que permite que quienes son imputados por delitos, puedan seguir gobernando y viviendo a costa de los sufridos contribuyentes.
¡Constitución dice, menuda gilipollez!
No hay comentarios:
Publicar un comentario