ORGULLO, ¿ORGULLO DE QUÉ?

Vamos a ver, que la muchacha es guapa nadie lo puede discutir, que probablemente no tenga culpa de pertenecer a la familia que pertenece, tampoco, que sea nieta de corrupto y ladrón, hija, nieta y biznieta de parásitos y vividores (a nuestra costa), probablemente tampoco, ni ella, ni la hermana, pero, que se tenga tal adoración a este cuento de hadas cuyo mantenimiento nos cuesta una millonada, es algo que nunca alcanzaré a comprender.

En un país como el nuestro, con el paro disparado, las colas del hambre cada día más largas y el índice de pobreza al alza, con gente durmiendo en la calle y autónomos con la soga en el cuello, una sanidad precaria, un exagerado y abusivo número de funcionarios y políticos, un país donde la corrupción campa a sus anchas, la justicia está politizada y manipulada y, que todavía exista tanta gente que defienda este paripé, circo, teatro o farsa solo significa que hemos alcanzado un nivel de borregismo, ignorancia y/o estupidez como nunca antes. 

Se nos mean encima y dicen  que llueve, se nos ríen en la cara y aplaudimos, nos toman por lelos y los seguimos manteniendo, pero, ¿quién coño los ha elegido?, ¿a quién han preguntado si los queremos, si los necesitamos? ¿porqué con mis impuestos tengo que mantener esto?, a quien tanto le guste, le satisfaga, que los mantenga, en cualquier caso, que se pongan a trabajar como cualquier españolito, con sus derechos, pero con sus obligaciones, sin tanto privilegio ni inmunidad.

"Orgullo de todos los españoles", dicen algunos/as en los comentarios (en una entrada de Instagram), pero, ¿cómo se puede estar orgulloso de todo esto, cuando lo que deberíamos sentir es vergüenza de ser tan estúpidos y tener esas tragaderas, en todo caso es justificable que sean los vividores de los padres quienes se sientan orgullosos, como es natural.

En fin, ver para creer, habrá quien se quitaría de comer si hubiera que pagar para ver este triste escenario.